Uno de los elementos más demandados en publicidad física es la tecnología de pantallas digitales. Son un accesorio imprescindible en la actualidad, pues potencian enormemente las campañas publicitarias y han demostrado su eficacia en la generación de impactos visuales. Aunque existen diversas posibilidades tecnológicas cada una tiene sus ventajas y desventajas. En este artículo nos centraremos en dos de ellas: las pantallas táctiles y las pantallas LED de gran formato (siempre orientadas al entorno publicitario).
Impacto
En la industria de la publicidad exterior el tamaño de la pantalla es fundamental pues se busca siempre el máximo impacto visual en el menor tiempo posible. Los dispositivos táctiles han evolucionado adentrándose en el mercado publicitario de forma profesional. Sin embargo, mantienen siempre un tamaño reducido, oscilan entre las 43 y las 86 pulgadas. Por el contrario, una pantalla LED no tiene límite de tamaño. No es difícil encontrar un soporte de LED de 10 metros de largo o más, pues este tipo de pantallas son modulables y escalables al tamaño que se desee, facilitando la generación de impactos. Por este motivo, las pantallas LED son las ganadoras en este aspecto.
Por otra parte, como se ha dicho anteriormente, las pantallas LED son modulables, lo que simplifica enormemente su transporte. Uno de los motivos por los que las pantallas táctiles no se fabrican en grandes formatos es que se realizan en una sola pieza. Esto además de restringir su escala incrementa el riesgo de rotura o avería en el transporte y montaje de la misma, lo cual siempre se ve reflejado en los costes.
Características
Otro elemento importante en los dispositivos digitales es el brillo. Un alto brillo permite una correcta visualización del contenido de la pantalla. Dado que tanto las pantallas táctiles como las pantallas LED se han especializado en el ámbito publicitario cuentan con un brillo nivelado para ver adecuadamente los contenidos. Por cuestiones de la tecnológicas, las pantallas LED siempre contarán con la posibilidad de un nivel de brillo mayor ideal para contrarrestar la luz en exteriores. De este modo, aunque puedan funcionar ambas posibilidades correctamente en interior, la pantalla táctil no es la más adecuada para exteriores. Cuando la luz solar incide sobre ellas el brillo resulta insuficiente y muchas veces cuesta ver bien el contenido.
Coste
El coste de las soluciones LED es muy variable, pues sus características las hacen altamente personalizables. De esta forma, cada pantalla LED cuenta con unos rasgos que harán aumentar o disminuir el precio (tamaño total físico, resolución, pitch, etc.)
La personalización de las pantallas LED hace difícil definir si son o no mejores en este aspecto que las pantallas táctiles. Sin embargo, si es posible comparar en gastos de mantenimiento de los dispositivos.
Como es de suponer, las pantallas táctiles tienen más riesgo de avería pues al ser utilizadas de manera frecuente por diversos usuarios acaban necesitando antes un servicio de reparación.
En cuanto a los pixeles LED, su durabilidad va ligada a factores externos como la temperatura y al nivel de brillo. Dado que el máximo nivel de brillo de una pantalla LED solo se requerirá cuando exista alta luminosidad solar, aquellas que se encuentren en un espacio interior necesitarán pocas labores de mantenimiento y reparación. Además, la ventaja de los pixeles LED, frente a la pantalla táctil es nuevamente su modulabilidad. La rotura de un dispositivo táctil implica en la mayoría de los casos la sustitución por uno nuevo, mientras que en las pantallas LED, es sustituido simplemente el módulo afectado de manera sencilla y con un coste más reducido.
Nuevas necesidades
Las pantallas táctiles nacieron para ser tocadas y manipuladas por todo aquel que se lo proponga. Es una buena forma de conseguir interacción con el cliente, pero a su vez puede ocasionar problemas de higiene. En primer lugar, al utilizar un dispositivo táctil la superficie se mancha debido a la grasa natural presente en nuestros dedos o el sudor. Consecuentemente, la pantalla acaba llenándose de imprentas dactilares que afean visualmente la pantalla y generan rechazo en la interactividad. Además, la higiene ha adquirido una importancia crucial tras el covid-19. Actualmente, las pantallas táctiles se visualizan como un foco de transmisión de enfermedades.
¡Las pantallas LED también pueden ser interactivas! No obstante, no utilizan tecnología táctil sino sensorial lo que minimiza el contagio de gérmenes. Es más, en Led&Go comercializamos este tipo de pantallas LED en las que a través de sensores de movimiento los usuarios pueden interactuar para visualizar información o para comenzar una experiencia con efectos visuales generados a través de sus movimientos.
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